28 febrero 2007

Enrique Gallud, Humoradas.

Pensando qué escribir en el blog (no sé si se trata de un bloqueo del blogger -que no del escritor, puesto que lo que es escribir, escribimos poco- o un proceso de mamitis aguda por el cual no tengo tiempo más que para mi enanito), me he acordado de la página de un personaje nieto de otro personaje que vale la pena leer (ambos, nieto y abuelo) puesto que es parte importante de nuestra cultura. Y me estoy refiriendo a Enrique Jardiel Poncela y a su nieto Enrique Gallud Jardiel. Este último (huelga aclararlo) tiene un blog que se llama Humoradas, y para abriros el apetito, os enlazo y transcribo un texto de su web. Es, para mi gusto, encantador.

LAS COSAS POR SU NOMBRE

LOS TÓPICOS LINGÜÍSTICOS ME PERSIGUEN SIN CESAR. ¡AUXILIO!

Yo le llamo al pan, pan y al vino, vino. Y por eso no entiendo los libros. Soy una persona llana y directa y, la verdad, la prosa de muchos me confunde.

No tengo cultura ni educación formal, por lo que mis amigos, con magnífica intención, me recomiendan lecturas, autores, cosas del saber, para mejorar mi nivel. Yo intento hacerles caso.

Me hablaron muy bien de un tal señor Montesquieu. Impelido por la curiosidad, intenté leer cosas sobre él en la Enciclopedia Universal de la Cultura, del diario El Mundo, para averiguar quién era y qué hizo. Y he encontrado las afirmaciones más raras que darse puedan, porque ya he dicho que yo en cada palabra sólo entiendo lo que pone.

Dice allí que nació en el castillo de La Brède, lo cual está bien, porque se puede perfectamente nacer en un castillo. Pero de ahí en adelante todo son despropósitos. Vean (y cito textualmente):

· Nació en el seno de una familia noble. ¿Desde cuándo las familias tienen senos? Además, el sitio por donde se nace no es el seno, sino otra cosa.

· Perteneció al estamento de la toga. A ver: ¡explíquenme esto!

· Vivió a caballo entre Burdeos y París. Ya me dirán si esto no es incómodo. Si no tenía casa y tenía que vivir encima del caballo, podía haberse estado quieto; o, si tenía que moverse, podía haber viajado y visitado otros lugares interesantes. Pero ir siempre a Burdeos y volver debió de ser muy monótono.

· En 1728 emprendió un viaje por toda Europa. Esto, como ven, contradice la afirmación anterior. Además, seguro que no fue así. Iría de país en país, uno cada vez. Y no creo que estuviera en toda Europa.

· Viena, Hungría, las repúblicas italianas, el sur de Alemania y, sobre todo, Inglaterra desfilaron ante sus ojos. Opino que tuvo que estarse mucho rato quieto para dar tiempo a que tantos países le pasaran por delante. Tampoco entiendo bien cómo se efectuó esto.

· Sus Cartas persas le catapultaron a la fama. Pero creo que hubiera preferido llegar allí de una manera más suave y cómoda.

· En él se encarnó el espíritu del siglo. ¡O sea, que era un fantasma! O, como mínimo, un poseso.

· Demostró que en el seno de la confusión de las leyes, existe un orden. Resulta que la confusión también tiene senos. Este tipo padecía una obsesión por ellos, por lo visto.

· Murió en 1755 mientras contaba sesenta y seis años. No sé qué hacía contando años en un momento tan crucial. Más valía que se hubiese ocupado de su testamento o de despedirse de sus seres queridos.

Resumiendo: de todo esto que he leído se deduce que el Montesquieu era bastante majadero.


Autor: Enrique Gallud Jardiel
Fuente: Humoradas

3 comentarios:

Adama dijo...

Es genial!!! lo que me he reido, no lo conocía pero tiene un humor absurdo como me gusta a mi. xD

--3nder-- dijo...

mmm...muy curioso. habrá que tenerlo en cuenta...

Brais dijo...

Es más que absurdo xD.
Y es bueno, habrá que leerles alguna cosa.

Una pregunta, ¿moderáis los comentarios "anónimos"? ¿o algo así? Porque antes envié dos comentarios sin estar logeado en blogger (pero poniendo mi nombre) y no aparecieron.

Saludos.