08 septiembre 2010

Crítica: "Plan de Vuelo: Desaparecida" (2005)

Director: Robert Schwentke.
Guionistas: Peter A. Dowling y Billy Ray.
Actores: Jodie Foster, Sean Bean, Peter Saasgard.

Esta película trata sobre una madre (Jodie Foster) que pierde a su hija durante un vuelo de Berlín a Nueva York. Vamos, que se queda dormida y de pronto su hija no está. La busca por todo el avión, pero no la encuentra. Pide ayuda a la tripulación y a los pasajeros, pero nadie recuerda haberla visto. Pregunta al capitán (Sean Bean), pero este descubre que, según el manifiesto de pasajeros, su hija jamás ha estado en el avión. A partir de entonces la madre tiene que hacer todo lo posible por encontrar a la niña por su cuenta y convencer a la tripulación de que no está chiflada y de que su hija existe de verdad.

Lo primero que viene a la mente al escuchar un argumento así es el filme de Alfred Hitchcock The Lady Vanishes (En España: Alarma en el Expreso), de 1938, en la que una señora mayor desaparece durante el trayecto de un tren y nadie recuerda haberla visto menos la protagonista. Está claro que Flightplan lo que pretende es actualizar este clásico para los espectadores de hoy en día, y contiene numerosos guiños a la película de referencia; por ejemplo, en ambos filmes la desaparecida ha dejado un dibujo en una ventana utilizando su vaho, y el descubrimiento de ese dibujo es decisivo más adelante para que la protagonista se convenza a sí misma de que no está loca.

Los primeros 45 minutos se hacen largos y un poco pesados, especialmente si ya te has visto The Lady Vanishes, porque no aporta nada nuevo. Quizá resulte interesante aprender que de hecho existe un protocolo oficial para personas desaparecidas en un avión, y la película no duda en mostrar detalladamente cuáles son exactamente los pasos a seguir dentro de dicho protocolo (me pregunto cuánto de esto será cierto en el mundo real), pero aparte de eso sólo tenemos a Jodie Foster corriendo de un lado para otro buscando a su hija hasta debajo de los asientos, y la tripulación insistiendo en que está loca, una y otra vez.

Me resultó más interesante la segunda mitad, en la que la madre empieza a sospechar qué tipo de complot puede estar detrás de todo este absurdo, y empieza a tomar decisiones más drásticas, aprovechándose de sus conocimientos de ingeniería aeronáutica.

Ah, esto no lo he comentado todavía. Resulta que la personaje de Jodie Foster es ingeniera aeronáutica de profesión. Y no sólo eso, sino que además es una de las personas que ayudó a diseñar el avión en el que se encuentran en ese preciso momento, y por supuesto se sabe todos y cada uno de los compartimentos de memoria. La decisión de los villanos de fijar como objetivo a una persona con estos conocimientos resulta bastante poco acertada, si queréis mi opinión.
Pero al menos este tratamiento del personaje de Jodie Foster da para situaciones muy salvajes y divertidas, lo que nos lleva a la frase que más me gustó de la de la película:

"I don't care if you lost your fictional daughter,
you just scared the shit out of 400 passengers!"

("Me da igual si has perdido a tu hija de ficción,
¡lo que acabas de hacer es que 400 pasajeros se caguen en sus pantalones!")


En resumen, puede que no sea una de las mejores películas jamás hechas, pero es ciertamente un buen trabajo por parte delos guionistas y el director.

SPOILER: Sean Bean es un actor que siempre hace de villano (Alec Trevelian en Goldeneye, Boromir en El Señor de los Anillos, y también es el malo de Ni una palabra y La Búsqueda), así que en cuanto le vi en los títulos de crédito inciales de esta película enseguida me dije: "Está claro quién va a resultar ser el secuestrador de la niña". Me gustó estar equivocado y recibir una sorpresa.

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